Oda a los Intrépidos

Hay quienes inventan Dioses en sus pechos,
pero rezan con palabras prestadas.

Retracción.

Hay quienes sueñan con incendiar
el cielo con sus alas,
pero solo llegan a tejer nidos con hilos de rutina.

Comodidad.

Quieren tempestad, pero sus manos
solo saben agitar cuchillas en tazas vacías…

Monotonía.

Llevan océanos en sus miradas,
pero caminan sobre charcos
para no mojarse los zapatos.

Desconfianza.

Son fuego disfrazados de cenizas,
temiendo que alguien sople
sus verdaderos nombres.

Temor.

Bailan con la luna en secreto
pero de día caminan al compás
de los relojes.

Esclavitud.

Tienen sed de constelaciones,
pero beben de vasos plásticos
lleno de silencio.

Resignación.

¡Dios me libre!

Me rehuso a ser anclada por el miedo.
Y es por eso que, si me buscas amor mio,
quiero que me encuentres…

En la erupción de un volcán.

En la piel que muda la serpiente.

En la pluma que flota en el aire.

En el amor de madre.

En David cuando enfrentó a Goliat.

En tu ultimo suspiro,
cuando te toque partir…

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